Una fiesta donde sólo predomina el color rojo de más de 140.000 kilos de tomates que se lanzan sin parar, convirtiendo a la ciudad de Buñol en un verdadero espectáculo.
Historia y comienzos:
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La celebración se realiza en el municipio de Buñol en la Comunidad de Valencia en España y tiene sus orígenes en 1945. Ese mismo año, se estaba realizando la fiesta de los "Gigantes y Cabezudos", en el que desfilaban figuras de gran tamaño como suele verse en los carnavales. Una gran cantidad de jóvenes quiso participar de la organización del evento y su comitiva, los cuales fueron rechazados. Durante la fiesta, comenzaron a forcejear con los de la comitiva y a tirarles tomates de un puesto de verdura que se encontraba cercano. La comitiva respondió con la misma acción, de modo que se había formado una batalla de tomates hasta que la policía los separó.
Al año siguiente, se repiten las diferencias entre los jóvenes y la Comitiva, y ésta vez llevan sus propios tomates desde sus casas. Desde ese momento, los vecinos comenzaron a repetir este acto, el mismo miércoles de agosto de cada año.
Prohibida y aceptada:
La fiesta estaba prohibida por las autoridades, pero al ver el reclamo de tantos ciudadanos, en 1959, la autorizaron definitivamente, aunque siguiendo ciertas normas de comportamiento. En el año 1980, el ayuntamiento y autoridades de Buñol, se hizo cargo desde entonces de la organización y distribución de los tomates. Ya no se llevan desde sus casas, sino que llegan grandes cantidades de camiones repletos de tomates para ser arrojados por todos los participantes.
La fiesta:
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Comienza alrededor del mediodía, cuando una sirena anuncia la "luz verde" para que reciban a los primeros camiones. Se comienzan lanzando los primeros tomates desde los camiones y luego se distribuyen por todos los participantes.
Tiene apenas una duración de 1 hora, tiempo suficiente para llenar las calles en un mar de salsa de tomates. Transcurrido ese tiempo, otra señal anuncia el final de la fiesta.
Turismo:
Tal fue el éxito conseguido por los vecinos y organizadores de la fiesta, que en el año 2002, fue declarada como Fiesta de Interés Turístico Internacional por parte de la Secretaría General de Turismo. Actualmente, la fiesta se "exporta" a varios países que han ido imitando esta actividad que cada año recibe más participantes curiosos que buscan pasar un rato de aventura y alegría en la fiesta más tradicional de Bruñol.
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